Ha llamado una revelación a mi puerta, justo antes de acabar el año. ¿Quién me iba a decir a mí ,enemigo de los balances y cuentas anuales, que ocurriría justo hoy? Pues bien: Estaba yo en casa atiborrado como siempre de música... Jorge estudia con música, va en coche con música, se ducha con música...y tanto alboroto le rodeaba que nunca hasta hoy había oído a ese viejecillo susurrando detrás de la puerta.
Hoy al fin le he oído: ¡Qué suerte!. La música, los libros, las películas y por qué no decirlo, también las personas me apartaban de mí convirtiéndome en un desdichado, o mejor dicho, proyectaban la luz adecuada para que yo la recibiera tan mal con mi gran lente. Yo también soy culpable.
Siempre con dorados objetivos, con etéreas ideas de final en la cabeza, caminaba Jorge como un pelele, dando a veces gritos intentando convencer a los demás y a sí mismo de que era dueño de su vida, pero en realidad no eran si no patéticos chillidos amplificados por un sistema de altavoces demoníaco que no convencían a nadie. Pero se ha acabado.
No me siento dueño de mi vida, me siento dueño de la vida. Lo he comprendido en el silencio. Tantas cosas me tenían cegado, o mejor dicho sordo...Pero lo mejor de todo es que no tengo que dejar de hacer nada de lo que ya hacía, ese es el punto fuerte de mi nueva filosofía (pues eso me hiperventila ahora, una nueva filosofía).
Tampoco me arrepiento de nada, ya hace tiempo que subí a la cima, pero hoy me ha despertado la más perfumada ráfaga.
No quiero convertirme en nada, no quiero ser nada para nadie, ni para mí mismo. Quiero ser la vida y mezclarme en tan poderoso torbellino. Es ya definitivo. Me arrojo al torrente vital. Vivir, eso hago. No lo quiero, no es algo que este haciendo para luego ser o tener....no, lo acabo de empezar ahora, aquí...de buenas a primeras: mirando el cielo, rascándome un huevo... Me pienso volcar en todo: en la alegría, en la locura, en la tristeza, en la pena, en el dolor...pero siempre con mi nueva piel tejida de vida. ¡Qué maravillo regalo! ¡Qué apoteósico final de año! Desde luego si soy bipolar acabo de alcanzar un gran máximo y respiro hinchando tanto los pulmones mi aire de la cima que no me extrañaría que se colapsase todo mi ser y el universo entero en mi insuficiente e incapaz aparato respiratorio.
Ayer mismo vi a unos amigos que no veía ya desde hacía tiempo, se podría decir más que amigos unos "intermitentes recuerdos andantes", pero es demasiado largo.
El hecho es que los vi tan desgraciados y me vi yo tan desgraciado desde sus propios ojos que algo se rompió en mí, pero no lo he notado hasta hoy mismo. Es como cuando uno juega a fútbol y se da un buen golpe, en caliente no fui consciente.
Ahora me alegro tanto de esa cita que pienso que si un mago se me presentara pactaría de buena gana con él que el año 2009 en mi memoria se reduciera a la mentada noche.
Me atrevería a decir que estas reflexiones le servirán a alguien más que quizás ya lleva un poco este modo de vida, pero aún no se ha dado cuenta que es adepto a esta iglesia.
Y ahora que me permito reírme de mí mismo y de todo lo que me rodea, porque sólo necesito estar vivo para entretenerme. Puedo lanzar algunos rayos desde la cima, porque lo necesito, sin ningún fin en concreto, pues yo ahora soy el gran amante del "durante", la puta del "mientras" y el gran calumniador del "fin", del "último".
No niego que existan, pero no les doy la grandeza y oraciones que les ofrecen la mayoría de monos, así que adelante la lluvía de rayos:
- Me desespera ver a tantos enfermos arrastrados por la corrientes y a tantos otros que desean ser arrastrados, pero saltan como infatigables salmones remontando la corriente. Todos locos para arriba y para abajo, nadie disfruta del trayecto. Sí, ya me he cansado de cagarme en Dios, en la sociedad, en el facebook y esas mierdas sin importancia...también se ha de gritar de una vez por todas...¡Cuánto daño han hecho películas como Pulp Fiction, Martín Hache...! Pobres almas débiles y cegadas.
- Desprecio al academicista al que saludo por cortesía, me importa un pepino lo que lea y en general lo que haga con su vida, porque siento su debilidad a flor de piel, y es en sí un gran curriculum andante. El arte no tiene dueños.
- Soy feliz por ser igual que todos, pero sentir que ellos intentan ser distintos, la mayoría de los que conozco no reconocen la vida, son sacos pútridos de esperanzas y anhelos corriendo detrás de fantasmas, así que por mí que ardan las modas de conducta en los niños de 15 años con la telebasura y los messengers y demás, pero también esos asquerosos modernos y alternativos que van a conciertos de rumbita sin sentir una mierda por esa música (no todos, claro está) y de una santa y sacrílega vez, métanse en la cabeza ,señores y señoras, que el hábito no hace al monje y que en esta maldita vida de apariencias donde solo nos rodean pañuelos de colores ondeando por doquier nadie ve nada. En la cima ya he rajado todos los pañuelos y los que cuelgo de nuevo, los confecciono yo mismo. No son malas las mentiras, ni el amor por lo terrenal ni ninguna de esas cosas que todo el mundo se pasa el día demonizando, lo más jodido de todo para mí es que nadie cree nuevos valores, que nadie se pare un rato consigo mismo para recordarse que vive y sentirse. Van todos ciegos: ¡Qué espectáculo digno de estridentes carcajadas y amargas lágrimas! Yo mismo no lo hacía hasta hoy mismo, pero sabía que algo se cocía en mis entrañas. ¡Al fin! Ya he parido. Ahora tengo la suerte de subir a la cima cuando me apetezca y vendarme los ojos de vez en cuando para darme una vuelta por ese frenético carrusel, pero a diferencia de ayer: rebosando vida.
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