martes, 12 de octubre de 2010

Cuna de mi Poesía Aparente



TRAS EL CÁLIDO RAYO DE SOL...

A aquel paraíso remoto,
guiome el elixir,
y ajeno al alboroto,
me dejé dormir.

¡Que olores tan intensos,
de frutales melenudos!
en este paraje denso,
dorada fragancia sudo.

El lejano rumor de una pala,
tallando cuna de vegetales,
en esta inmensa y menuda sala,
de éxtasis musicales.

¡Que sedosas y ardientes caricias!
las que colman mis anhelos,
con las que las musas con avaricia,
erizan hasta al más indómito de los pelos.

IRRUMPE EL GÉLIDO RAYO DE LUNA...

Era aquel paraíso un espejismo,
veneno del desierto,
presidio de mi ser mismo,
¡A mala hora estoy despierto!

El intenso olor era podedumbre,
de esqueléticas frutas.
En este estéril campo tienen por
costumbre,
llorar agrios tufos de tapiadas grutas.

El monótono eco de la pala,
era compañía de un lóbrego sepulturero,
que remueve la tierra mala,
para cavar un nuevo agujero.

Y...¿Qué decir de las extendidas caricias amigas?
nada de sedosas y jugosas deidades,
sólo un cúmulo de demoníacas hormigas,
paseándose con su negro caparazón por todas partes.















No hay comentarios: