martes, 12 de octubre de 2010

Al cielo



¡Tú y sólo tú! eres mi ejemplo,
bello cielo,
sé para siempre mi templo,
te quiero.

¿Cómo ser tan inmenso?
¿Tan variable?
diáfano, cristalino o denso,
deja que te hable:

"Quiero ,como tú, ser un secreto,
en esta ciudad polvorienta,
donde pocos te observan con respeto,
la mayoría ni te inventa"

No saben de tu existencia,
de tu gustoso color,
su mutable esencia,
alegría y dolor.

¡Belleza! ¡Epidemia! ¡Horror!
Sálvame, llévame a tu molde cariño,
para que con estaño me solden y sea de nuevo niño,
que se excita cuando se esconde,
que palpita ante lo dañino.












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