¡Oh, rastafaris de largas melenas!
que predicáis la paz,
la santísima unión de razas serenas,
sois para mi un haz.
Un haz brillante de sabiduría,
que cegará a la sedienta Babilonia,
cerca, muy cerca está el día,
en que vencerán vuestros aires de colonia.
El león de Judá enseña los dientes,
¡Oh, fría rueda del capital!
¿Acaso no lo sientes?
Ya se atasca tu rueda del mal.
No creo exactamente en Jah,
pero la mística naturaleza,
que viene y va,
trae tiempos áureos de pureza para toda la humanidad.
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