Caminábamos de la mano. Tu dulce mano que a veces chorreaba sudor. Entonces por unos segundos la liberabas para que se descargara de la delicada capa de sudor en los tejanos. Yo me la hubiera bebido como agua, como un elixir, bien lo sabes. Tu mano perfecta, con sus uñas de colores e inmaculadas.
Entre el gentío, los colores, el ambiente abrasivo, el olor a fiesta, solo me quedaba con la sensación de tu manita cada vez más aferrada a la mía. Aferrada con tal intensidad que la sangre en la mía empezaba a obstruirse.
Caminábamos de la mano. Tu dulce mano que a veces chorreaba sudor. Entonces por unos segundos la
liberabas para que se descargara de la delicada capa de sudor en los tejanos. Yo me la hubiera bebido como agua,como un elixir, bien lo sabes. Tu mano perfecta, con sus uñas de colores e inmaculadas.
Entre el gentío, los colores, el ambiente abrasivo, el olor a fiesta, solo, me quedo con la sensación de tu manita cada vez más suelta de la mía. Yerta con tal apatía que la sangre en la mía acabó por desaparecer.
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